Saturday, September 24, 2005

No sé porqué decidía irme a Houston o algún lugar así, a vivir en una universidad. Una compañera de colegio, G, me decía que podía ir a la universidad donde estaba invitado a enseñar su papá y decir que era él porque él había aceptado la invitación pero no iba a ir. Llegaba y era como una gran ciudadela de marmol la Universidad de Houston, hacía mucho calor y era todo muy blanco. Me había dicho G que tenía que ir al edificio de admisiones a presentarme, y que me iban a llevar a la casa donde iba a vivir. Entraba al edificio (que tenía un nombre como Edificio Beta o Gamma) y había unas mesas con gente sentada comiendo, y un monton de mostradores con gente adentro detrás de un vidrio. Me acercaba a uno cualquiera y le preguntaba a una señora que estaba adentro entre pilas gigantes de libros -en inglés- si me podía ayudar, me preguntaba quien era y le decía que era el Profesor D. No me acordaba mi supuesto nombre, y primero le decía Osvaldo, después Gustavo y por último me acordaba y le decía Ricardo. Ella me anunciaba por un microfono y todos los que estaban sentados en las mesas -que eran otros profesores- me aplaudían. Y en el momento en el que dejaban de aplaudir y yo decía, que cagada, de pasar desapercibida nada, entraba el verdadero Prof. Ricardo D por la puerta. Yo salía corriendo y me escondía detrás del mostrador, que era como una heladera llena de cables. El verdadero Ricardo se acercaba al mismo mostrador y se presentaba. Y la mina le decía que ya me había presentado yo, una chica. Nadie le creía que él era y se enojaba mucho. Siempre me detesto en la realidad, y yo sabía que si averiguaba que era yo me iba a cazar por todo el mundo hasta encontrarme. Pero no me acuerdo que fue lo que pasó después.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home